Miomatosis Uterina

Los miomas uterinos son los tumores pélvicos benignos más frecuentes en las mujeres. Existe evidencia de que su crecimiento está relacionado con predisposición genética, influencia hormonal y varios factores de crecimiento.

Podemos encontrar miomas hasta en un 20 a 40% de mujeres en edad reproductiva y con una mayor frecuencia de presentación en la cuarta a quinta décadas.

Se les conoce también como leiomiomatosis uterina, fibromiomas, leiofibromiomas y fibroleiomiomas.

La etiología de los miomas aún se desconoce, aunque se encuentran claramente asociados con la exposición de estrógenos y progesterona circulantes (hormonas normalmente producidas por los ovarios). La obesidad, factores hereditarios y embarazo también se han encontrado relacionados.

El tipo de presentación más común es el mioma confinado a la pared uterina, a los cuales se denomina miomas intramurales. En esta localización, cuando se presentan de forma múltiple, puede haber distorsión considerable de la arquitectura y tamaño del útero. Los que crecen en estrecha proximidad a la mucosa endometrial (cara interna de la matriz) o a la serosa (cara externa) se denominan submucosos o subserosos, respectivamente, y desde esas posiciones pueden invadir, ya sea hacia la cavidad uterina o hacia la cavidad abdominal. Los miomas submucosos (con crecimiento hacia adentro del útero) pueden ocasionar importantes sangrados menstruales.

Los síntomas varían e incluyen sangrado uterino anormal, dolor pélvico, presión pélvica, capacidad reducida de la vejiga, constipación y disfunción reproductiva. El síntoma más común es el sangrado uterino anormal. Los síntomas usualmente se correlacionan con su localización, número, tamaño

Sangrado uterino anormal:

Se manifiesta como una regla abundante en cantidad o de larga duración, en ocasiones más de 1 semana o de aumento en la frecuencia de sangrado.

Síntomas de tumoración pélvica.

Los miomas subserosos (externos) son los más relacionados con este síntoma. Al crecer el útero, la presión sobre órganos adyacentes, especialmente el tracto urinario, colon y recto, se acentúa. Causando frecuencia urinaria, obstrucción de salida o constipación.

  • Dolor. No es un síntoma frecuente, y se asocia usualmente con la torsión de un mioma, degeneración del mismo o expulsión de un mioma por el útero.
  • Infertilidad. La miomatosis uterina se asocia a infertilidad en 5 a 10% de los casos. Los miomas intramurales y subserosos tienden a producir mayor disfunción reproductiva.

El diagnóstico se basa usualmente en el hallazgo de un útero aumentado de tamaño, móvil con contornos irregulares a la exploración o como un hallazgo incidental en el ultrasonido.

Tratamiento.

Los miomas uterinos asintomáticos se manejan de manera expectante. El tratamiento dependerá del tamaño del mioma, su localización, sintomatología, edad e historia reproductiva y obstétrica.

Terapia médica

El objetivo de la terapia médica es aliviar la sintomatología.

Manejo quirúrgico Histerectomía:

La histerectomía (extirpación de la matriz) continúa siendo el tratamiento más común para la miomatosis uterina debido a que es el único que cura y elimina la posibilidad de recurrencia. Es así que la histerectomía es una opción aceptable para los miomas sintomáticos en pacientes con sangrado significativo, dolor, presión, o anemia, que es refractaria a la terapia y para mujeres con paridad satisfecha.

Miomectomía abdominal:

La miomectomía (extirpación del mioma) es el tratamiento preferido cuando se desea la preservación del útero. Indicaciones: Interferencia con la fertilidad o predisposición a pérdidas gestacionales recurrentes, debido a la naturaleza y/o localización de los miomas. Técnica: Esta técnica reseca solamente la parte visible y accesible de los miomas, reconstruyendo posteriormente el útero

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